Vistas de página en total

domingo, 29 de julio de 2012

'Don Juan Tenorio' no, por favor


El último montaje que vi de Don Juan Tenorio en Palma fue a los 15 años. Era una de esas adaptaciones a las que vamos obligados en tropel cientos de estudiantes para comprobar con crudeza que el texto original de Zorrilla no aguantaba ni dos segundos sobre las tablas de 1993 –pero sí sobre el papel– sin una importante vuelta de tuerca. En serio, se nos saltaban los empastes de la risa. Creo que fue el primer momento de mi vida en que me percaté de que en muchas ocasiones, y en manos de según quién, es mejor que un clásico no salga de las páginas de un libro. Digo esto porque programar para otoño un Tenorio que reciclará escenografía y vestuario de 1990, como ha hecho el Teatre Principal de Mallorca, tiene riesgos. Y creo que por parte de la sala es una declaración de intenciones: ¿Qué significa este gesto tan sintomático por parte de los nuevos gestores con Margalida Moner al frente? Para mí supone la recuperación de lo que fue el teatro hace 25 años. Un arcaísmo a día de hoy porque, desde entonces, los expertos que manejan los hilos en el Principal deberían saber que ha llovido mucho en la isla y que, después de la Temporada de Ópera, apetece algo más contemporáneo, ¿no?

Por otra parte, ¿por qué se vuelve a la técnica de la contraprogramación? El Auditòrium tiene en cartel periódicamente el título de Zorrilla, y hace ocho meses pudo verse en el Xesc Forteza el montaje de Don Juan del Teatro Clásico de Sevilla. ¿Necesitaba Palma otro Tenorio? No. La decisión es mala se mire por donde se mire. ¿De verdad que la gran cartelera de otoño del teatro público más importante de la isla la conformarán el Festival MúsicaMallorca, los conciertos de Sa Simfònica y un Don Juan Tenorio con la ropa de Maruja Alfaro de los años noventa como cabeza de cartel? 

Uno de los puntos que llama la atención sobre esta primera producción de la sala es el nombre del director del montaje, Juan Polanco, un asturiano sin arraigo en la isla. ¿Acaso no hay importantes dramaturgos mallorquines conocidos por sus estupendas versiones de clásicos? ¿Nombres propios con las puertas abiertas en El Liceu y en el Teatre Nacional de Catalunya? Sí, me refiero a Rafel Duran. Aunque también hay muchos otros mallorquines con buena escritura para adaptar clásicos. ¿Por qué no se cuenta con ellos? ¿Pesa la ideología por encima del talento a la hora de seleccionar quién puede y quién no puede poner un pie en el Principal? El argumento de incluir a los profesionales mallorquines en las producciones toma fuerza habida cuenta de que fue la propia Moner quien anuló todas las subvenciones a la producción local, y de que una de las funciones principales del teatro es impulsar nuestras artes escénicas. Si esto no se lleva a cabo inyectando dinero directamente, poniendo a Polanco al frente de esta obra el incumplimiento de potenciar la industria autóctona es doble.

Dos. Resultará ahora que ahorrar es usar vestuario apolillado de hace 20 años. Si el Principal quería economizar con esta primera producción, ¿por qué no ha buscado la fórmula de la coproducción con alguna empresa teatral privada de la isla? ¿No sería ése el mejor modo de escatimar en gastos? ¿No lo prometieron cuando presentaron su plan de actuaciones y de reestructuración? 

Suceden más cosas en el teatro que no se han contado. Si se puso el grito en el cielo porque el conseller de Turismo Carlos Delgado enchufó a su novia en la conselleria del ramo, ¿por qué nadie ha dicho nada al repasar los repartos de las óperas que ha llevado a cabo el actual equipo al frente de la sala, asesores incluidos? Constan ahí muchos familiares directos y otros no tan directos de quienes mandan. Según los presupuestos, han cobrado buenas cantidades con cargo al erario público. Al Principal le está faltando cosmética pese a los castings que ha convocado.

Finalmente, ¿qué teatro nos queda en Mallorca? Que yo sepa, poco. Mientras nuevos guionistas preparan más microteatro, Jaume Miró escribe cosas muy dignas como su In the backyard; Pep Ramon Cerdà y Toni Gomila (Acorar) ensayan su Víctor i el monstre en Sa Societat; Radiografies de La Impaciència se representa ahora en Barcelona y el próximo noviembre también lo hará La rara anatomia dels centaures de Iguana Teatresólo la compañía Deu Cèntims viaja al gran escaparate teatral a nivel nacional que es Tàrrega. Al tiempo, la conselleria de cultura del Govern, responsable de la presencia balear en las ferias de teatro, mantiene a un trabajador al frente de artes escénicas para hacer qué. La agenda. La cartelera. Qué bonito.

*Publicado en "Diario de Mallorca" el 15 de julio de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario